– Una modificación sobre el currículo ordinario
– Dar respuesta a la diversidad
– Una programación (Objetivos / Contenidos / Evaluación)
– Una determinada organización escolar y de aula
– Una metodología
– Unos materiales adecuados

Elementos a tener en cuenta para su diseño

El alumnado

– Edad del alumno
– Nivel de comprensión lectora
– Nivel de escritura
– Conocer posibles problemas visuales
– Nivel de autonomía
– Asociar el nivel madurativo del alumno a la adaptación correspondiente
– En niños pequeños, con hipotonía acusada en los dedos o con dificultades grafomotrices utilizamos fichas plastificadas y rotuladores gruesos. Esto les permite borrar sin “ensuciar” la ficha, repetir muchas veces y deslizar el rotulador sin el esfuerzo de presión que requiere el lápiz

la forma

– Planificar si es un material para trabajar autónomamente o con soporte
– Incluir algún elemento motivacional (imagen, foto …), para apoyar el contenido.
– Tipo de fuente (letra)
– Lenguaje sencillo y comprensible
– Interlineado
– Textos sin justificar (consultar metodología lectura fácil)
– Utilizar los párrafos para distinguir entre ideas, conceptos …
– Diferenciar el texto de las actividades
– Cabe destacar en negrita o un otro color, lo resaltar o relevante.
– Márgenes amplios.
– Evitar oraciones subordinadas. Mejor dos frases repitiendo el sujeto.
– Utilizar el esquema para hacer enumeraciones.
– Enumerar los ejercicios y cada una de las páginas.
– Empezar poniendo una cabecera o instrucciones, que de manera breve y sencilla explique en qué consiste la actividad. Si hay que usamos pictogramas que ayuden a su comprensión
– Que sea intuitiva, con ejemplos visuales, para que el alumno sea lo más autónomo posible en su realización.
– Si se trabaja con fotocopias, procurar que algunas sean en color.
– Explicaciones directos, breves y sencillas.
– Preguntas claras y cortas
– Utilizar frases cortas, a ser posible simples y en voz activa.

Libro texto adaptado y adapatció del libro

Actividades del libro y actividades adaptadas

el contenido

– Trabajar la misma asignatura y contenidos con la correspondiente adaptación.
– Limitar el contenido al que quiero que aprenda.
– Incluir un resumen o frases recuerdo al final del texto o grupo temático.
– Incluir actividades de refuerzo después el tema.
– Siempre que se pueda, procurar que el aprendizaje sea significativo y funcional
– Procurar utilizar el mismo libro que el resto de alumnado.

Es importante clarificar para cada evaluación los objetivos que queremos que alcance el alumno / a. Estos objetivos los seleccionamos de la programación de curso del área correspondiente o de las competencias que esperamos que haya alcanzado al final de cada etapa.
En las áreas objeto de adaptación curricular individualizada, el alumnado será evaluado en relación a los objetivos que se hayan fijado. Si hay áreas donde no se ha hecho ninguna adaptación, la evaluación se hará en relación a los objetivos de ciclo establecidos en el proyecto curricular.
Hay que tener presente la consecución de objetivos de tipo actitudinal y procedimentales.
Los objetivos deben ser revisados trimestralmente por el profesorado que imparte las clases en la junta de evaluación.

algunas propuestas

– Pruebas orales
– Dar más tiempo o facilitar determinadas ayudas
– En la observación en el aula se puede valorar de manera sistemática a la finalización de cada sesión: asistencia, puntualidad, llevar el material adecuado y cuidarlas, organización del trabajo, el interés o la participación, etc.
– Valorar especialmente el trabajo en clase (día a día)
– Presentación de trabajos, las libretas, el dossier, etc.
– En pruebas escritas:
• Prueba confeccionada con actividades realizadas en clase
• Poder disponer de algún apoyo (libro, apuntes …)

La información al alumno ya los padres sobre los resultados de su evaluación debe centrarse en el progreso logrado en la consecución de los objetivos ordinarios del curso o área, no en el uso de las adaptaciones realizadas.

ideas importantes

– Las actividades de evaluación se integran a la adaptación didáctica
– Deben ser actividades coherentes con el que se está trabajando en la adaptación
– Definir qué método utilizar para la evaluación: oral, visual, escrito …
– Establecer qué competencias básicas queremos evaluar
– la evaluación debe ser coherente con los objetivos y los contenidos marcados en la adaptación curricular
– Definir los instrumentos (examen, exposición oral, una carpeta de aprendizaje …) más adecuadas para la evaluación en función de la alumno en concreto
– Prever diferentes actividades con diferentes grados de complejidad